sábado, 25 de octubre de 2008

Aburrido en clase escribo en mi blog sin Blackberry; o La Paradoja Republicana

Me he dado cuenta (o me han dicho, solo que suena mejor lo primero) que este blog ha sufrido un cambio desde que empezò. Se ha vuelto más personas, he dejado de hablar de generalidades y me he puesto a hablar de mí. Como honestamente no tengo como medir resultados, no sé si es una evolución positiva o negativa, pero el caso es que es así.

El tema de hoy es mi extraño republicanismo, en el sentido del partido gringo, no el de la idea política. Extraño, porque es un partido que en muchos asuntos choca con mis ideales. Estoy en desacuerdo con ellos en todos los asuntos sociales, quizás con excepción a su oposición al "affirmative action" racial. Extraña identificación también porque en el caso gringo no creo que los gobiernos tengan gran poder sobre el desempeño económico.

Casi simepre estoy más de acuerdo con los repulicanos en economía. En líneas generales son anti-sindicato, pro-comercio y anti-regulación, mientras que los demócratas son exactamente lo opuesto. Tristemente el tema de la responsabilidad fiscal lo han dejado de lado, pero oír al democráta vomitar verborrea anti-mercado elimina cualquier simpatía que tenga hacia ellos. Por lo tanto, a pesar de que para mí al menos los gobiernos gringos no son entidades omnipotentes con pleno control sobre el ciclo ecónomico, a largo plazo y al resto del mundo sí le importa quien gobierna en los Estados Unidos.

El otro tema en que le doy la razón a los republicanos es en política exterior. El asunto es que por muchos controversias que surjan en los debates, lo más importante en este tema es el carácter del presidente y su gabinete más que la línea partidista. Digan lo que digan en la campaña, cuando los electos los presidentes del partido que sean tienen una tendencia a mandar lo que dijeron al carajo y adaptarse a las circumstancias (Bush planteó una política exterior "modesta").

En resumen, simpatizo con los republicanos en política exterior y economía, y los aborrezco por sus políticas sociales. Además, reconozco que el gobierno gringo no puede hacer demasiado para destruir la economía, y que las diferencias en política exterior son más de retórica que otra cosa. A la vez, las diferencias en asuntos sociales sí son inmensas. Los republicanos son anti-aborto, anti-inmigrante, pro-religión e histéricamente anti-drogas (en vez de anti-drogas y ya). Y aunque en 6 años el partido republicano no logró cambiar demasiado, la capacidad de un gobierno para lograr cambios en estos asuntos es bastante relevante. Se me revela entonces una situación peculiar, me siento republicano, no por las políticas del partido sino por otra cosa.

Dos explicaciones de qué puede ser esa "otra cosa". La primera es Lewinsky. El primer momento en que tomé una posición sobre un político gringo fue para sentirme traicionado vilmente por Clinton. ¿Me había dicho que no había hecho nada con esa mujer, y ahora me viene con que sí? ¡Idiota! Hasta vi el voto en el Congreso por CNN, y me sentí decepcionado cuando no le pasó nada. Ese día me hice republicano.

La otra explicación es la historia. Me acabo de leer una historia de la guerra civil gringa, y no pude dejar de identificarme con los republicanos. Por un siglo casi fueron libre-mercado, y los racistas eran los demócratas. Las cosas han cambiado, y ahora los Estados Unidos es el único país que conozco donde los estados más pobres votan derecha en vez de izquierda.

Entonces es por eso que soy republicano. Por absurdo que parezca, eventos de hace un siglo y un vestido con semen han formado mi actitud política.

2 comentarios:

Toto dijo...

Tu sabes que el jueves alguien estaba discutiendo el caso Lewinsky y dijeron: eso fue un montaje. Nadie guarda un vestido asi por tanto tiempo. Y por casualidades de la vida hoy me puse a ver fotos de Armstrong en la luna y la banderita ondeante me recordó de conspiracy theories. Yo tomo los dos hechos como que sí pasaron pero cuando mencionaron lo del vestido me pongo a pensar what if... Great post!

Thaelman dijo...

Tambien creo que poco control tienen los gobiernos sobre los ciclos económicos.

Y claro que lo bueno de ser republicano es que tienen a Lincoln de tu lado. Sin embargo en el caso de la Guerra Civil, por más grandioso y admirable que fuese Lincoln, yo simpatizo más con la cultura destruida del sur. Por sencillos motivos, eran un pueblo aguerrido, honorable, bien educado, tradicional, familiar. Es como ver Gone With the Wind. El sur era una república guerrera y aristocrática; destruida por la republica comercial de yankees. En mi opinion fue el factor industrial el que le dio tanto poder a las instituciones comerciales, porque de estar combatiendo en iguales condiciones, el sur hubiera reventado al norte en pocos meses. Es como cuando Roma, luego de muchos esfuerzo, le patio el culo a Cartago. Antes los guerreros aplastaban a los comerciantes; lástima que hoy en dia no sea así.

El sur era un pueblo de gente admirable mientras que los yankees estaban preocupados por hacer dinero explotando a los inmigrantes. Hacer dinero: yo necesito saber mejor por qué desprecio tanto la forma de vida comercial.

Por cierto, te invito a leer mi blog. Seguí tu ejemplo y quiero escribir algunas cosas. Aqui tienes la dirección http://tlurgelles.blogspot.com/