Viendo "John Adams" me di cuenta que los primeros años de los Estados Unidos eran una era dórada para sus calvos. Era una época en que la calvicie no podía ser mal vista, en que los calvos eran iguales a quienes tenían la suerte de poseer una abundante cabellera. Posteriormente pasaría de moda el instrumento de nuestra liberación, y volveríamos a la cruel opresión que nos hace objetivo de burlas y comentarios cretinos de cualquier persona.
Os preguntaraís: ¿qué herramienta, que instrumento mágico tiene la capacidad de eliminar esta discriminación tan injusta? Os digo, amigos míos, que la peluca es la herramienta que nos devolverá la dignidad. Hubo una época en que todo hombre que se preciara llevaba peluca, independiente del hecho que tuviera pelo propio o no. En esos hermosos tiempos, la peluca era un símbolo de clase, una manifestación física de la importancia que tenías en el mundo. Hay que volver a esos tiempos.
Os preguntaraís: ¿cómo hacemos, Zurimendi, Libertador de los Calvos? ¿Quién nos guiará en las luchas que siguen? Os propongo que formemos una coalición política, una inmensa Liga Calva, que busque rectificar los agravios históricos a los que hemos estado sometidos, que organice a los calvos del mundo en una fuerza de incalculable poder. Porque la calvicie no entiende de blanco y de negro; de cristiano, de musulmán, o de ateo; de pobre o rico; de chavista, opositor, o ni-ni: es un azote que afecta a todos por igual. Nuestra Causa es una causa auténticamente popular.
Os preguntaraís ahora: ¿qué haremos con nuestro poderío? ¿Para qué elevados propósitos usaremos nuestra influencia? Como un paso inicial, propongo que exijamos que en la foto de la cédula sea obligatorio llevar peluca. El propósito de esto es que las personas se acostumbren al uso de esta herramienta de liberación, allandando así el camino a otros logros. Después exigeremos a todo funcionario público usar peluca en el ejercicio de sus funciones. Además de popularizar su uso, les dará una dignidad de la cual, francamente, están muy necesitados. Una vez logrado esto, habremos preparado el ambiente para nuestro objetivo final: la Ley Para la Educación y Liberación del Usuario con escasez CApilar, o ley PELUCA. Ella, entre otras cosas, obligará a todo ciudadano venezolano a llevar peluca en los espacios público, so pena de que se les afeite la cabeza y les sea tatuado "Infractor" en el cuero cabelludo.
Por último, hermanos, os preguntaraís: ¿cómo lograremos superar los intereses poderosos que se organizan en nuestro contra? Amigos, os digo que teneís razón. Nuestros enemigos son muchos y poderosos. Multinacionales malvadas, como Procter, o Johnson, dependen de nuestro sentimiento de culpa e inferioridad para vender sus porquerías. Embaucadores criminales, creadores de falsas esperanzas, como la gente de Ervamatin o Rogaine, se alimentan de nuestra opresión. Empresarios peluqueros, como Carmelo o Sandro, se resistirán con todo su poderío. Veo en el futuro marchas de peluqueros por Sabana Grande, escoltados por promotoras distribuyendo muestras de Head and Shoulders. Pero venceremos.
Nosotros también tenemos fuerzas poderosas de nuestro lado. La industria de la peluca seguramente nos defenderá a capa y espada, al igual que las multinacionales del talco. Millares de personas verán en la venta de su cabellera un brillante futuro, en el cual no tienen sino que esperar que su pelo crezca para ganarse la vida. Centenares de miles de esposas de calvos verán en nuestros ideales la salvación de su matrimonio. Los hijos de calvos, conscientes de las inflexibles leyes de la genética, verán en nuestra Causa su liberación. No tenemos sino que extenderles la mano para ver como se unen a nuestra Lucha. Pero nada de esto puede sustutuir nuestra mayor fuerza: la unidad calva. Es por eso que os digo:
Calvos del mundo: ¡Uníos!
Igor Zurimendi V.
Presidente Fundador de la Liga Calva, Sección Venezuela
Oktober 29, 2023
Hace 1 año