miércoles, 1 de julio de 2009

Un semestre literario

He decidido llevar cuenta de los libros que estoy leyendo, por la simple razón que si no lo hago después se me olvida que he leído. Este semestre (el que termina en junio, no el académico que por mucho que agoniza sigue vivo), he leído mucho. Supongo que es síndrome de fin de carrera donde ya las clases te tienen harto y perdiste la vergüenza de leer abiertamente en ellas. Revisando la lista de mis lecturas me he dado cuenta que leí extraordinariamente poca porquería, lo cual me alegra mucho, y algunos libros verdaderamente excelentes que quiero recomendar.

La Reina del Sur, Arturo Pérez-Reverte

La mejor novela que he leído en mucho tiempo. Llevo 7 libros de Pérez-Reverte leídos, y es un tanto contradictorio que esta sea la que más me ha gustado. Soy gran fanático de la novela histórica, y casi todo lo que escribe Pérez-Reverte es de este género, por lo que lo natural sería que me hubiera enamorada de una de ellas. Pero lo que más me ha gustado de él ha sido esta novela de acerca del asombroso ascenso de una mejicana en el mundo de las drogas.
Está contada sin prisa - justo el opuesto esos paperbacks gringos que parecen perpetuamente apurados y aún así se te pueden hacer largos - de forma que disfrutas la evolución de la historia, y especialmente del personaje principal. Y que personaje. Hay poco que me moleste más en un libro que esos personajes que parecen actuar porqué sí, sin ningún motivo aparente. No así con la Reina del Sur. De alguna forma Pérez-Reverte logró que me metiera en su mente y entendiera perfectamente sus motivaciones; que todas sus acciones brutales, homicidas, crueles y desalamadas, me parecieran lógicas y naturales. Además la trama es impredecible, y la tendencia del autor de revelarte lo que va a pasar 30 páginas antes de que pase no rompe la tensión de los momentos críticos en lo más mínimo.

Camino a la Servidumbre, Friedrich Hayek

No es muy original, pero no se puede ser todo en esta vida. Mucho había oído de este libro antes de leerlo, y no me decepcionó en lo más mínimo. En mi caso cuando menos, no hay muchos libros que cambien tu forma de ver al mundo. Lo mejor que puedes esperar de la mayor parte de lo que lees es encontrar una idea simpática que puedes medio adaptar y usar en un futuro. A pesar de ser un libro escrito en los 40, para la gente de los 40, no pasa esto con Camino a la Servidumbre.
El concepto de Hayek de imperio de la ley (rule of law suena como menos autoritario pero esa es la traducción) es sumamente poderoso y esa rara capacidad de hacerte ver la realidad de otra forma. Sus argumentos para defender que con la muerte de las libertades económicas comienza la muerte de todas las libertades los usaré en cantidad de discusiones en el futuro. Y lo mejor del caso es que es sencillo de leer; fue escrito para todo público y con la ayuda de las notas a pie de página logra ser una lectura bastante fluida.

Oficina Número 1, Miguel Otero Silva

Otra novela que me gustó mucho aunque en teoría la debí haber detestado. Siento una gran antipatía por la literatura latinoamericana, en líneas generales me parece pretenciosa y busca más demostrar el virtuosismo literario del autor que entretener o inspirar al lector. Por otra parte, suelen gustarme los libros largos, y Oficina Número 1 a duras penas llega a las 200 páginas. Aún así me pareció excelente.
La trama honestamente no es gran cosa. Hay un personaje principal, aunque la acción del libro no anda centrada únicamente en lo que le sucede a ella. De hecho, en cada sección de la novela te va presentando a un personaje distinto, y hay un buen número de tramas paralelas. Lo genial de la novela es precisamente eso, los retratos que te va haciendo de casa una de las personas involucradas en la vida de un pueblo petrolero de la Venezuela de los 30. Más allá de la personaje principal díría que el resto de los personajes son en buena medida arquetípicos, sin particularidades complejidades, pero no se pierde mucho por eso. De hecho, los personajes son tan particulares a la época y al país que terminan de llevarte al momento. Oficina Número 1 es una novela histórica en el mejor sentido, te transporta a un tiempo y lugar distinto y te lo hace real.

Notas: Es Oficina Número 1, no 3 como salía antes. Ya que estoy en estoy, le he dicho a gente que Pérez-Reverte es colombiano porque nació en Cartagena. Pero no Cartagena de Indias, entonces efectivamente es espanol.

4 comentarios:

GBA dijo...

Buen post, interesantes libros, los voy a tomar como recomendaciones.

Creo que juzgas mal a la literatura latinoamericana, habría que ver cuales libros has leido (estoy seguro que bastantes) pero pienso que si hay estupendos escritores y obras barbaras en un nuestra literatura te recomiendo "Confieso que he vivido" de Pablo Neruda su autobiografia, un libro interesantísimo.

Por otro lado en estos momentos me estoy leyendo "El Pasajero de Truman" de Francisco Suniaga, narra la historia de Diógenes Escalante, por aho va muy bien.

Saludos,

Manuel Andrés Casas dijo...

Difiero con la originalidad de Camino a la Servidumbre, en el momento en que fue escrito era casi consenso unánime en la intelectualidad europea que el estatismo y la planificación eran algo deseable. Ahí el mérito del libro, de ir de manera elocuente y persuasiva en contra de todo el status quo.

Igor Zurimendi dijo...

GBA, puede que mi aversión a lo latinoamericano se deba más a una muy pobre experiencia en el colegio (me mandaron a leer varios mejicanos fastidiosos) que a otra cosa. He llegado a disfrutar Vargas Llosa (me gustaron bastante el último de él y la Guerra del Fin del Mundo)y García Márquez, entonces no es un decreto firme. A ver si consigo lo de la Neruda.
MAC, lo de la falta de originalidad era conmigo mismo. No es muy original que me guste Camino a la Servidumbre.

Anónimo dijo...

Reconozco mi ignorancia, pero en general, a mi juicio la literatura latinoamericana con honradisimas excepciones, es un bodrio para "gente culta", y cuanto mas al sur peor. Por el otro lado la venezolana y en especial la de Migel Enrique Otero y la de Herrera Luque han sido menospreciadas por el resto de los latinoamericanos sin ninguna razon. De Perez Reverte te reconozco a Lareina, pero Territorio Apache y El maestro de Esgrime no tienen despordicio..no en valde hicieron miembro de la academia a un corresponsal de guerra