martes, 23 de junio de 2009

Insultología importada

Recientemente he descubierto tres palabras-términos-expresiones que me caen bien. Como la gran mayoría de las palabras que me gustan, tienen gran potencial a hora de insultar. Por mucho que me gusten, eventualmente me harto de andar diciendo cretino e hijo de puta a la gente que anda fregando la paciencia. Además, insultar con una palabra que no conoce el aludido duplica la ofensa; a parte del del insulto original, lo dejas sintiéndose como un ignorante. Ahí van.

Crápula
1. f. Embriaguez o borrachera
2. f. Disipación, libertinaje.
3.
m. Hombre de vida licenciosa.

Tiene potencial tanto en la primera acepción como en la tercera. Decir que alguien "agarró una crápula" es lo mismo que decir que "agarró una pea", sólo que agarrar una crápula suena a enfermedad infecciosa en vez de algo que ocurre cada fin de semana. La tercera acepción es buena por lo fea que suena la palabra, decir que Juan es un crápula es infinitamente más elegante que decir que es un puto y definitivamente indica que no apoyas su conducta (no que ataque la vida licenciosa ojo, sólo que hay pocas expresiones para hacerlo sonar como algo malo).

Ersatz
1. Being a usually artificial and inferior substitute or imitation

Me disculpan el bilingualismo (o tri, la palabra es alemana originalmente), pero es que es genial. Quiero importarla al castellano y todo. En un mundo tan lleno de sustitutos baratos nunca faltará la oportunidad de usarla. Por ejemplo: Jacqueline Faría, Alcadesa Mayor
ersatz .

Bien-pensant
1.
Right-thinking; conformist; self-righteous.

Otra palabra que se usa en inglés (esta vez importada del francés), pero perfectamente traducible al castellano sin perder nada de potencia. Me gusta especialmente por lo harto que estoy de la gente bien-pensante, y lo bien que la palabra expresa la idea que quiere trasmitir.

Siento ganas de aclarar un pelo el concepto. Los bien-pensantes son aquellas personas que se las dan de ser críticos, comentando con un tono insufriblemente superior la conducta de los que no se adecúa precisamente a sus estándares, pero, eso sí, nunca saliéndose de los límites de lo políticamente correcto. Son quienes critican la falta de "responsabilidad social", o cualquier otra supuesta patología social con un tono controversial, aunque bien saben que nadie se va a ofender por lo que dicen. Son la vanguardia del conformismo intelectual.

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