viernes, 14 de noviembre de 2008

Al movimiento 2D: Democracia, ¿Y ahora qué?

Este miércoles en la universidad hubo un foro/conversatorio con la gente del movimiento 2D, un grupo de intelectuales opositores. Quise decir algo en el momento, pero entre mi cobardía y gente impertinente no pude. Creo que la cara que puso mi hermano Ander cuando le mencioné el asunto expresa mis sentimientos mejor que todo lo que pueda escribir, pero no le saqué foto entonces no queda más que escribir del tema.

El movimiento 2D, en resumidas cuentas, es un grupo que tiene la finalidad de restaurar la institucionalidad democrática a Venezuela mediante la denuncia. Por ahora suena genial, y sin duda su fin es loable. Pero el debate que se dio en el auditorio medio vacío se enfocó, correctamente creo, en la incapacidad de este grupo, y de la oposición en general, de pasar de la denuncia a la propuesta, y el triste hecho que vean a la idea de proponer como enteramente innecesaria.

El dogma fundamental de este grupo es que Venezuela se mueve inexorablemente a un (neo) totalitarismo, y hay que hacer algo para pararlo. El que no acepta este dogma es un pobre iluso miope, que no entiende lo que estamos viviendo ni las consecuencias que tiene. Dado este dogma, todas las acciones del grupo tienen la más perfecta lógica: no hay prioridad más alta que deshacerse del régimen que pisotea la Constitución y todo queda en segundo plano al lado de esto.

A quienes creemos que aunque el régimen dista mucho de ser democrático, está bien lejos de ser totalitario, quienes no estamos convencidos de la perfidia absoluta de Chávez, no nos convencen estos argumentos. Las ideas importan, las propuestas importan, no solo es la Constitución lo que se tiene que respetar. Democracia, fino, no creo que hayan muchos que estén en contra de la idea, ¿pero después qué? El respeto a la Constitución resuelve bastantes problemas, y ayuda con otros tantos, pero no va a resolver por si sola ni la inseguridad, ni la pobreza, ni el desempleo, ni la falta de inversión privada, ni el deplorable estado del sistema de salud o de educación, ni el aseo público, ni las fallas de electricidad, ni el tráfico, ni el estado de la infraestructura, ni la falta de vivienda. De los problemas que nos quejamos día a día, el único que ayuda directamente a resolver es el de la corrupción, y eso parcialmente.

El resto de los problemas se pueden resolver en democracia, y es probable que se resuelvan mejor en democracia. Pero son problemas que no resuelve la institucionalidad democrática por si sola, problemas que con respetar a la Constitución van a desaparecer. Por eso es que hacen falta propuestas, por eso no nos podemos quedan en nuestra torre de marfil denunciando, sino tenemos que proponer (aunque sea de la misma torre). La alternativa a Chávez no puede ser solo un concepto "Democracia y Constitución", por mucho valor que tenga este, tiene que ser una visión de país que de respuesta no a uno de nuestros problemas, o a unos cuantos, sino a todos.

4 comentarios:

Thaelman dijo...

Bueno, digamos que mi posición es lo suficientemente pesimista como para partir de la premisa que este país estará pasando por momentos difíciles como éste por mucho más tiempo, y muy probablemente luego de que el mismo Chávez sea desplazado del poder.

En Venezuela tenemos una cultura del ilegalismo, es parte del venezolano el hacer trampa, el violar los procedimientos, el pasarse de vivo. Esto es tan profundo que no hay reforma constitucional que lo venza en mi opinión. En parte porque yo soy de los que cree que nadie cambia nada. Todos somos sencillamente actores dentro de un proceso histórico que nos trasciende inmensamente, y que poco de lo que nosotros podamos hacer o decir interferirá en este proceso. Actualmente Venezuela se encuentra en un proceso de descomposición descomunal, y siendo un fenómeno histórico, no veo como algunos puedan hacer a esto parar.

Por otra parte si comprendo un poco lo que este grupo quiere decir. La defensa de la democracia es, como yo lo puedo ver, la defensa de la libertad política; es decir, la libertad de ser pisoteado por el poder. Esto es realmente un concepto republicano más que democrático, pero no le podemos pedir demasiado a la gente en lo que a academia se refiere. En cuyo caso me pongo del lado de estos señores al menos en el principio que los moviliza, porque yo creo que la libertad republicana es más importante que asuntos de bienestar. Claro, cuando el bienestar esta tan deteriorado como este país, se puede afirmar que realmente no tenemos libertad. Esta bien, y por eso si creo que es necesario resolver algunos asuntos de carácter técnico, como la vialidad, la seguridad, la energía, el sector agropecuario, entre otras. Pero al lado de la libertad, todos estos asuntos son secundarios. Porque muy bien se puede decir que el negro esclavo del sur de los Estados Unidos vivía menos mal que el pobre diablo proletario del norte. Sin embargo ningún proletario se escapaba para irse a vivir al sur como esclavo para mejorar su condición de vida, de la misma manera como hubo miles de negros que se escapaban de sus patrones, aunque los esperase en el norte una vida materialmente más miserable. Libertad.

José Ramón Morales Arilla dijo...

Muy bonito Iggy. Muy bonito!

Deberías escribir la introducción o conclusión de PP.

ardi! dijo...

De acuerdo contigo!

ardi! dijo...

De acuerdo contigo!