miércoles, 4 de marzo de 2009

Releyendo la infancia

Gracias al generoso préstamo de un amigo, he tenido la oportunidad de releer "Las Crónicas de Narnia" (mis copias desaperecieron misteriosamente). La primera vez que las leí fue en un viaje que hicimos a Estados Unidos en "motorhome" (en el que según mi madre leí ininterrumpidamente mientras pasábamos por algunos de los paisajes más bonitos del mundo), y las habré releído 3 o 4 veces más de niño.

Lo interesante de releer Narnia de adulto es que te das cuenta de todo el simbolismo que te pasó de largo cuando eras menor. Típico ejemplo de esta clase de situaciones es cuando me leí "Animal Farm" a los 10 y me pareció muy simpático, pero de Lenin, Stalin y Trotsky muy poco entendí, pero con Narnia también pasa mucho. Cuando lees Narnia de adulto, te das cuenta que hay imagénes religiosas por doquier. Hay un Genésis, una Pasión de Cristo, y un Apocalipsis bastante claros. El tema de la fe está tratado bastante explícitamente; la figura de Cristo (Aslan) se le aparece a quienes creen en él sin prueba alguna, la fe ciega es alabada, y toda la idea de "ver para creer" es ridiculizada. Hay un paraíso bastante claro, al cual acceden los virtuosos independientemente de si creen en el verdadero Dios o no. Dado que soy agnóstico, cabría suponer que esta plétora de imágenes religiosas me molestaría, pero las que acabé de mencionar no me irritan para nada.

Lo que sí me molesta bastante en los libros es todo el manejo de la providencia divina. En cada uno de los 7 libros, los niños que son los supuestos protagonistas no hubieran logrado nada, absolutamente nada, sin que venga Aslan/Cristo a ayudarlos. Las cuatro batallas de los libros se ganan por intervención divina, más o menos importante en cada caso pero siempre presente. Los personajes son incapaces de resolver practicamente cualquier problema si no fuera porque les dan señales claras de qué tienen que hacer. De niño yo creía que los libros de Narnia trataban de las heroicas aventuras de unos muchachos británicos, fue una verdadera decepción darme cuenta que casi todo lo heroico que hacen los protagonistas lo hacen por inspiración del Cristo local.

Otra cosa que te das cuenta de Narnia cuando lo relees es lo conservador del autor (C. S. Lewis). Desprecia la educación moderna, se expresa contra la educación mixta, y expresa una añoranza indudable por la era Victoriana, donde había más respeto y moralidad. Te das cuenta que todo el tema de la liberación feminina le parece una gigantesca idiotez, los humanos malos son morenos (algo que me di cuenta que era como raro aún cuando era menor) y te da la idea que no le gusta el desarrollo moderno (presenta la destrucción de un puente como una inmensa victoria).

Al final volver a leer Narnia fue bastante simpático, interpretaciones cretinas aparte, los libros son fáciles de leer, tienen una imágenre geniales, y son bien divertidos. Para terminar con la frase que más gracia me hizo de los libros, de "The Voyage of the Dawn Treader":

"His name was Eustace Clarence Scrubb and he nearly deserved it"

2 comentarios:

Toto dijo...

Estamos en lo mismo. Yo me estoy releyendo Peter Pan. Creo que la adultez me afecta la manera en la que veo el libro.

Neumann dijo...

01 Bupetin, debiste ver el paisaje too :-)