Insigne hablapaja que soy, me he puesto a pensar últimamente en la importancia de, ocasionalmente cuando menos, quedarse callado. El impulso detrás de esta idea ha sido el magnífico esfuerzo de relaciones públicas que ha hecho la Iglesia Católica este mes. Lo primero que hicieron fue oponerse, agresivamente además, al aborto de unos gemelos de una niña de nueve años que había sido violada por su padrasto. Esto fue una metida de pata local, pero después el Papa hizo sus geniales comentarios sobre el uso de condones (algo por el estilo que no sriven para controlar el SIDA) y el tema se hizo gran noticia.
No niego que en ambos casos no esté de acuerdo con la posición de la Iglesia (soy pro-aborto y supongo que será pro-condones). Además me imagino que los camerunenses están muy agradecidos de toda la atención, debe ser la primera vez que salen en "Primera Hora". Sin embargo, lo que me cuesta entender es porqué se sintió la imperiosa necesidad de opinar sobre estos temas, porqué perdieron una magnífica oportunidad de estar callados. Ok, no les gusta el aborto; pero ¿tenían que usar a una niña de nueve años de ejemplo? No pido que el Papa lance condones del Papamóvil; pero ¿tenía que ir precisamente a Camerún, un país lleno de SIDA, a hacer campaña anti-condón?
La conclusión final viene a ser que uno tiene que callarse más de vez en cuando, que sin quererlo tenemos muchos momentos Papa-en-Camerún que debiéramos evitar. Esto no significa andar ocultando opiniones, jamás diría eso, sino simplemente tener un pelo más de cuidado en frente de quienes se expresan. En palabras de Mafalda, cuando se hablaba de notas en frente de Manolito: "No hablemos de Vietnam frente a Nixon."
Oktober 29, 2023
Hace 1 año
2 comentarios:
Siempre me dio mucha risa esa caricatura. Bien escrito esto. Creo que ya lo habíamos conversado y todo.
Me contaron que en el departamento de relaciones publicas del vaticano, Jesus was not pleased
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