viernes, 6 de febrero de 2009

Porqué no escribo más de economía

A medida que el mundo se hunde en una recesión desagradable, con el desempleo disparándose en medio planeta y con escasas ideas de como va a terminar todo esto, me siento en la necesidad de ofrecer explicaciones. Como bien sabe el lector, yo soy estudiante de Economía, y todo este desastre me hace pensar sobre la profesión que he escogido.

La supuesta utilidad que tiene mi futura profesión es que nos sirve, entre otras cosas, para guiar las decisiones ecómicas. El típico chiste de los economistas dice que una persona que hace la misma pregunta a tres economistas recibe cuatro respuestas distintas. El economista detesta dar una respuesta clara a las preguntas, llena todo de "si", "dado", y "supongamos", pero al menos hasta hace poco habían respuestas, sino idénticas, al menos similares a lo que estaba pasando. El problema ahora es que las respuestas ni se están pareciendo.

El debate económico de mayor importancia ahora es lo del paquete de estímulo. Intente explicarle el tema a un amigo hace poco, y la verdad es que caigo inevitablemente en una palabrería ecónomica que presupone una familiaridad con los supuestos que francamente no existe. En esencia, el debate que están teniendo los economistas sobre el paquete ha llegado a un nivel de tecnificación que nadie que no es economista puede entenderlo. Pero lo peor del caso es que ni los economistas están de acuerdo. Hay quienes dicen que es totalmente inservible, otros que es muy pequeño, otros muy grande, unos que dicen que los recortes de impuestos tienen mayores efectos, otros que es el gasto en infraestructura. Y lo peor del caso es que nadie está seguro de si lo que están diciendo es verdad (aunque no impide que se use un tono de superioridad insoportable: ver el reciente premio Nobel Paul Krugman). La profesión dejó de preocuparse por el tema de la política fiscal hace algún rato, esencialmente estamos usando modelos de los 70 para hacer estimaciones hoy. Para cuando se tengan teorías modernas sobre el estímulo fiscal, con toda esperanza la recesión habrá pasado.

Entonces es por eso que no escribo mucho de economía. Lo que se supone que hacemos los economistas en este mundo es, entre otras cosas, moderar las discusiones económicas, aterrizar las cretinadas que con frecuencia dicen los políticos, revelar las verdades incómodas. Pero ahora en buena medida ni eso podemos hacer, entonces no encuentro muy útil escribir del tema.

2 comentarios:

José Ramón Morales Arilla dijo...

Muy fino dude. Yo si creo el argumento de Krugman de que, dado lo ya muy bajo de la tasa de interes, la pol'itica monetaria es burda de ineficiente segiurla usando o no se puede segiur usando, y por ende el paquete debe ser fiscal. Pero si, definitivamente el tonito del tipo no es para nada agradable.

Anónimo dijo...

Creo que de tus comentarios economicos este ha sido el mejor al menos el mas claro, te copio cuando dices "...aterrizar las cretinadas que con frecuencia dicen los políticos...".
Si e dedicas aesto con tu tradicional ironia, nosolo en Venezuela, pero sobre cualquier cretinada a nivel internacional, estarias hablando de economia pero sin meterte en el terreno de la alquimia economica.