sábado, 3 de octubre de 2009

La imporancia de ser Igor

Venezuela es la tierra de los nombres raros. Te puedes llamar cualquier vaina, y la gente no pone caras, ni pregunta insistentemente acerca del origen etimológico del nombre. En Inglaterra, sin embargo, las cosas cambian. Presentarme a cualquier persona involucra en la gran mayoría de los casos dar explicaciones.

Las conversaciones suelen ir como sigue. Doy mi nombre. Me preguntan de dónde soy. Digo que venezolano. Pero Igor no suena como un nombre venezolano, dicen. Ahí tengo explicar que me llamo Igor porque es común en el País Vasco, y desciendo por parte de padre de vascos. Sí, claro que es ruso también, pero no es por eso. Claro, el País Vasco es una región de 3 millones de personas, con lo que alguna gente no sabe qué es y queda más confundida aún. Me imagino que cuando la ETA estaba en su apogeo era más fácil, pero hemos medio desaparecido del mapa.

Pero mi origen vasco no es el único detalle de mi vida que tengo que compartir. Tengo un acento en inglés que suena gringo a los oídos no gringos (para quienes mi acento es un misterio), lo cual naturalmente invita a la pregunta de si he vivido en los Estados Unidos. Entonces dos terceras partes de las personas que conozco se enteran de que veo mucha tele gringa por cable, que es la explicación más sencilla que tengo a mi acento.

Podrá sonar que me estoy quejando, pero nada más lejano de la verdad. Todo lo de ser venezolano con nombre vasco y acento gringo prolonga un par de minutos las introducciones y en ocasiones ha dado origen a conversas interesantes.

2 comentarios:

Thaelman dijo...

jajajaja, muy bien Igor. Suena a algo que vas a tener que seguir haciendo durante los próximos años allá.

Éxito.

ardi! dijo...

No sabía que estabas en UK, me alegra saber que no soy la única venezolana explicándose desde "el exilio".

ADRIANA, me llamo Adriana, nombre que gracias al sonido "DRI" hace que nadie lo pronuncie bien aquí en la Patrie, al menos que sea hispano. A mí me cuesta pronunciar mi nombre en Francés, lo cual hace todo aún más trágico... ahí voy, concediendo, a veces soy "aliana" otra "adeliana", etc. Yo concedo...