miércoles, 10 de diciembre de 2008

Límites del humor

¿Exactamente sobre qué no es aceptable bromear? Es algo que definitivamente cambia dependiendo del grupo, algunos toleran más, y otros menos, pero encontrar las reglas universales de sobre qué se puede bromear me parece importante. Evita miradas de asco y sorpresa en vez de carcajadas, risitas incómodas o forzadas en vez de risotadas auténticas, y más que nada evitan que piensen que eres un pendejo.

Primero lo primero, deformidades físicas y muerte no creo que sean temas apropiados, al menos que inicie el proceso de burlarse del tema el afectado. Burlarse de algo que está fuera del control de la persona me parece de pobre gusto, aunque he caído en ello más de una vez. Echar chistes de muertos y como murieron es casi peor aún, creo que nos consuela a todos un pelo al trivializar la muerte, pero a veces pecas de insensible.

Hacer chistes de sexo es como delicado, y depende mucho del público. La noción de la dama inocente que jamás y nunca ha oído nada de sexo cada día pierde realismo (hasta en los colegios de monjas dan educación sexual, a su manera), pero aún así hay gente que se ofende. También hay ciertos chistes que son de un gusto un tanto pobre, es decir, innecesariamente explícitos cuando es mucho más entretenido el método de las indirectas, pero bueno, es cuestión de gustos y no se puede hacer mucho.

Lo otro son chistes racistas, machistas, y sus sucedáneos. En este tema, creálo o no, me he movido hacia la correctitud política. No me parece que tenga nada de particularmente original bromear sobre circumstancias que no nacen de una decisión personal, y prefiero evitarlo en la medida de lo posible.

Ya creo que con eso delimito bien hasta dónde puede llegar el humor. Falta temas como política y religión, pero me parece absurdo que no se pueda bromear sobre eso. La gente escoge sus visiones políticas, y escoge su religión, entonces por mucho que el chiste pueda ofender, trivializar, criticar o ironizar sobre cierta creencia, es una escogencia sentirse ofendido. Ya no poder burlarnos ni de las cosas que los demás han escogido, por todo este absurdo de que "todas las opiniones son válidas" (independientemente de su coherencia es lo que se implica normalmente) es llevar la correctitud política un pelo demasiado lejos.

2 comentarios:

Manuel Andrés Casas dijo...

igorka, no debería haber límites al humor, la correctitud política no existe. No te autoengañes tratando de ser antiséptico y edulcorado, eso es aburridísimo.

Miss Alice dijo...

Great post. Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas...